Cómo sé si mi bebé está preparado para la guardería
Tú eres quien mejor puede saber si tu bebé está preparado para la guardería. Todo lo que puedas leer, lo que te aconsejen tus padres, tus suegros, tus amigas… está bien saberlo pero son los padres quienes deben decidir cuándo dar este paso.
En ocasiones no dependerá de si el bebé está preparado para la guardería, sino que será una necesidad el llevarlo allí, impuesta por el ritmo de vida laboral y las dificultades de conciliación. En el resto de casos, conviene tomar una decisión consciente, que ayudará a no echarse atrás ante las primeras dificultades.
1. Cuándo un bebé está preparado para la guardería
No todos somos iguales, tampoco los son los bebés y, por eso, no se puede generalizar a la hora de determinar en qué momento un bebé está preparado para la guardería. Si bien es cierto que los pedagogos recomiendan que sea alrededor del año (para evitarle el sufrimiento de la separación de la madre) y los pediatras alrededor de los dos años (para minimizar el impacto de los virus que puede contraer allí), para tomar una decisión puedes hacerte algunas preguntas:
– ¿Tiene tu hijo confianza en sí mismo?
– ¿Ha estado algún rato separado de ti?
¿Ha tenido ocasión de quedarse por unas horas al cuidado de otras personas distintas a los padres?
¿Alguna vez ha estado en un sitio con reglas diferentes a las de casa, como la biblioteca, una tienda o una iglesia?
– ¿Tiene hermanos?
– ¿Ha podido jugar ya con otros niños?
– ¿Tiene amigos?
¿Sabe participar en un grupo pequeño?
– ¿Puede comunicar sus necesidades básicas hablando o mediante el lenguaje de signos del bebé?
– ¿Sabe distinguir sonidos de palabras?
-¿Puede reconocer palabras que riman?
¿Disfruta con las canciones?
¿Le gusta que le cuentes historias?
– ¿Trata de imitar comportamientos y actividades propias de los adultos?
– ¿Le interesan los nuevos juegos?
El desarrollo emocional y social nunca será completo antes de que el bebé esté preparado para ir a la guardería, sino que este paso le ayudará a acelerarlo. Deja atrás tus inseguridades, que podrían afectarle a él, y confía en tu hijo, que sabrá desenvolverse en un nuevo entorno sin problemas. Una vez que iniciéis esta nueva etapa descubrirás las ventajas de ir a la guardería y te alegrarás de haber tomado la decisión.