Cómo organizar la ropa de casa
Organizar la ropa de casa es fundamental, sobre todo cuando no se dispone de mucho espacio libre, ya que sus proporciones hacen que ocupen bastante más sitio del que se desearía. Ordena tu ropa del hogar de forma impecable y evita los fallos más frecuentes que conducen al deterioro de la ropa que más habla de ti y de tu casa-
1. Los errores que nunca debes cometer al organizar la ropa de casa
– Nunca la guardes sin planchar: ya que después necesitarás volver a lavarla para poder eliminar las arrugas.
– Nunca guardes la ropa de casa húmeda: porque de esta forma sólo conseguirás agilizar su deterioro.
– No te olvides de ella: aunque haya algún juego de cama o mantelería que no uses demasiado, al menos una o dos veces al año, lávalo y vuélvelo a planchar y doblar, preferiblemente por lugares distintos a como lo habías hecho la vez anterior.
– No la guardes en zonas iluminadas o expuestas fuentes de calor directo: porque se estropeará más fácilmente.
– Olvídate de usar cartones como contenedor de tu ropa del hogar, porque pueden amarillearla.
2. Dónde y cómo organizar la ropa de casa
Planea tu estrategia y antes de empezar a organizar tu ropa de casa, ten pensado el sitio donde la guardarás y el modo en que lo harás. Si cuentas con un cajón bajo la cama, ése es el lugar ideal para conservar tus fundas nórdicas y sábanas; si sólo tienes armarios y cajones, encuentra las zonas de menor acceso y colócalas ahí (ya que no es ropa que necesites cambiar a diario). Y además recuerda:
– Nunca almacenes la ropa de cama por separado: cada juego debe permanecer junto porque si no, ya sabes lo que pasa, que el día menos pensado ha desaparecido la funda de la almohada, la bajera o cualquier otro elemento de un juego y ya no puedes volver a utilizarlo.
– No guardes las toallas enrolladas: ocupan muchísimo más espacio y además impiden almacenar correctamente otras, proyectando una imagen de falta de orden.
– Organiza la ropa de casa del mismo tipo en el mismo lugar: mantelerías, caminos de mesa, mantas, colchas, fundas nórdicas, toallas… cada cosa en su lugar y, si es posible, sin mezclar.
– Cuando guardes las sábanas y fundas nórdicas, sitúa las del mismo tamaño juntas y diferencia los juegos de cama individual de los de matrimonio.
– Si son tus hijos quienes se encargan de cambiar sus propios juegos de cama y de baño, recuerda almacenar, al menos los que les correspondan a ellos, en un lugar accesible y a la vista, para evitar desórdenes innecesarios.
