Cómo enseñar a un niño a comer

En estas edades infantiles es importante la educación de los hábitos alimenticios, ya que el niño escoge y manifiesta preferencia entre los distintos alimentos, pero hay que educar en una alimentación completa y correcta, no caprichosa. Si no corregimos en estas edades, difícilmente lo consigamos cuando sea mayor. Seguro que has conocido a personas que con la comida son un tanto especiales y que afirman que no les gusta algún alimento sin haberlo probado, pues son este tipo de comportamientos los que hay que corregir desde pequeños.

Es importante que los papás sean un buen modelo a imitar por su hijo. Con frecuencia me he encontrado con alumnos, en el parvulario, con rechazo a un determinado alimento o con una alimentación poco variada, porque algún miembro de su familia manifestaba su rechazo a un determinado alimento.

Tener presente un horario de comidas, eso es:

– Un buen desayuno, inculcándoles unos buenos hábitos. A media mañana podemos darles “algo”, pero vigilando que no vaya a quitarles el apetito de la comida.
– Una comida adecuada y proporcionada.
– Una merienda agradable y no prolongada hasta la cena.
– Una cena sencilla que complete las necesidades energéticas del día.

Es importante no usar premios o castigos para que nuestros hijos coman bien: el acto de comer es una necesidad. Recordad que los niños no son máquinas y habrá días que no tengan tanto apetito como otro. Evitad que se conviertan en niños caprichosos. Es preferible no discutir con ellos ante el rechazo de un alimento. Se le guardará y le volveremos a ofrecer en la siguiente comida.

La presentación de las comidas fomenta el apetito: aún recuerdo a un peque de P3 en el comedor del colegio… Haciéndole un “volcán” con la verdura, no dejaba rastro de él!!!

Comer en un ambiente agradable y familiar estimula los hábitos alimenticios, las buenas costumbres y las relaciones con los demás. Recordad que educar hoy en los hábitos alimenticios es prevenir carencias del mañana.