Aprendiendo a jugar
Para entretener a nuestro pequeñ@ no hace falta que le compremos un montón de juguetes o contratemos a un payaso, bastará que le enseñemos a jugar.
El juego es la actividad más importante de los niños. Los niños juegan, no solo para divertirse o distraerse, también lo hacen para aprender.
El juego no es una pérdida de tiempo, es fundamental para ellos. Un niño que juega está sano física, mental y emocionalmente. El juego es por tanto el mejor indicador de la salud de nuestro hijo, es tan importante como la comida y el sueño. Si nuestro peque juega, duerme y come suficiente, está sano sin lugar a dudas.
Los papás, muchas veces influenciados por la industria del juguete, proporcionáis a vuestros hijos solo “juguetes educativos” o lo que es peor: se les deja el Smartphone o la Tablet de mamá y dejáis a un lado el jugar juntos: revolcaos por el suelo, haced pasteles en la cocina, modelad plastilina, cantad, bailad o jugad a fútbol. Esto es sanísimo para ambos y no solo mejora la relación padres-hij@s, también hace que el niño se sienta mucho más feliz.
Y con el juego, no solo conseguimos que nuestros hij@s se lo pasen bien y aprendan, también les estamos enseñando comportamientos, actitudes y valores que debe seguir.
Así que ya lo sabéis papás: No os canséis de jugar con vuestros pequeños, ¡El tiempo pasa volando!